Cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Tierra, ocasión oportuna para reflexionar sobre lo que está pasando a nuestro planeta y generar conciencia sobre la necesidad de cambiar drásticamente paradigmas y comportamientos individuales y colectivos que devastan la tierra.
La tierra es nuestra casa común que se formó hace aproximadamente 4,550 billones de años, su evolución hizo posible las condiciones para que surgiera la vida, unos mil millones de años después. La capa de ozono y el campo magnético terrestre bloquean la radiación solar dañina, mientras que la atmósfera retiene la energía solar suficiente para un clima y una temperatura idónea para la vida, así mismo el agua y la existencia de diversos procesos físicos y químicos hacen posible la vida de animales y vegetales, que interactúan en un equilibrio dinámico y sustentable.
La comunidad científica estima que en el planeta existen 8.7 millones de especies, de las cuales apenas han sido registradas 1.3 millones, lo que significa que aproximadamente el 86% de las especies terrestres y el 91% de las marinas aún no se conocen. La vida del ser humano depende de esta riqueza biológica; no obstante, el ser humano es la única especie que está provocando su extinción. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN 5.200 especies de animales vertebrados se encuentran en grave peligro de desaparecer.
Una de las razones principales de esta pérdida de especies es la deforestación, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO entre los años 1990 y 2016 se han eliminado 129 millones de hectáreas de bosque, siendo la principal responsable la agricultura comercial a gran escala, que origina el 40% de la deforestación a nivel del planeta y el 70% en América Latina; la minería y la expansión urbana son otras de las causas importantes.
Aunado a la agricultura industrial está el uso indiscriminado de plaguicidas, en la actualidad se fabrican y emplean cada año unos 5,000 millones de toneladas de plaguicidas tóxicos, lo que repercute directamente en la contaminación de los ecosistemas y en la extinción de especies, como por ejemplo las abejas. Un análisis realizado a escala europea publicado por la organización Greenpeace señala que dos terceras partes del polen recolectado por las abejas está contaminado por insecticidas, acaricidas, fungicidas y herbicidas comercializados por las compañías Bayern, Syngenta y Basf. Lo que está provocando la muerte de millones de colmenas.
Las abejas son imprescindibles para la vida del ser humano, de acuerdo a la FAO, existen 100 especies de cultivos que abastecen el 90% de los alimentos del mundo, las abejas polinizan más del 70% de ellos. También, polinizan más de 25.000 especies de plantas con flores. Sin estos insectos la actividad agrícola prácticamente desaparecería, generando consecuencias catastróficas.
Otra forma de cómo el ser humano deteriora la tierra es mediante la generación y disposición inapropiada de una impresionante cantidad de desechos sólidos, al respecto el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNMA establece que en el mundo se producen entre 7,000 y 10,000 millones de toneladas de basura por año y que una gran parte de esta no se dispone adecuadamente, provocando un serio problema de contaminación ambiental y de salud pública.
La quema de combustibles fósiles es otra forma de contaminación ambiental que impacta negativamente en la salud de la población, pero que además junto a la degradación forestal, aumentan la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocando un peligroso cambio climático que ya ha cobrado miles de vidas y amenaza seriamente la existencia del ser humano.
Lo que le sucede a la tierra, les sucede a las personas, si nos interesa que nuestro planeta siga siendo un lugar habitable es necesario que todos asumamos la responsabilidad de cuidarlo.
EARTH DAY
Every April 22nd, International Earth Day is celebrated as an opportune occasion to reflect on what is happening to our planet and raise awareness about the need to drastically change paradigms and individual and collective behaviors that devastate the earth.
The earth is our common home that was formed approximately 4.5 billion years ago, its evolution made possible the conditions for life to emerge, about a billion years later. The ozone layer and the earth’s magnetic field block harmful solar radiation, while the atmosphere retains enough solar energy for a climate and an ideal temperature for life, likewise water and the existence of various physical and chemical processes make life possible for animals and plants, which interact in a dynamic and sustainable balance.
The scientific community estimates that there are 8.7 million species on the planet, of which only 1.3 million have been recorded, which means that approximately 86% of terrestrial species and 91% of marine species are still unknown. While human beings depend on the aforementioned biological wealth; they are the only species in existence actively contributing to its extinction. According to the International Union for Conservation of Nature (IUCN), “5,200 species of vertebrate animals are in serious danger of disappearing.”
One of the main reasons for this loss of species is deforestation. According to the Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO), 129 million hectares of forest have been eliminated between 1990 and 2016. The reason: large-scale commercial agriculture, which causes 40% of deforestation worldwide and 70% in Latin America, while mining and urban sprawl are other major causes.
Industrial agriculture also brings with it the indiscriminate use of pesticides. Currently, some 5,000 million tons of toxic pesticides are being manufactured and used every year, which has a direct impact on the pollution of ecosystems and the extinction of species, such as bees. An analysis carried out on a European scale published by Greenpeace indicates that two-thirds of the pollen collected by bees is contaminated by insecticides, acaricides, fungicides and herbicides marketed by companies like Bayern, Syngenta and Basf. These companies are causing the death of millions of hives.
Bees matter because they are essential for human life, according to FAO, there are 100 species of crops that supply 90% of the world’s food and bees pollinate more than 70% of them. Bees also pollinate more than 25,000 species of flowering plants. Without these insects, agricultural activity would practically disappear, generating catastrophic consequences.
Another way humans are helping the earth deteriorate is through the generational and inappropriate disposal of impressive amounts of solid waste. The United Nations Environment Program (PNMA) estimates that humans produce between 7,000 and 10,000 million tons of garbage per year and that a large part of it is not disposed of properly, causing serious environmental and public health problems.
The burning of fossil fuels is another form of environmental pollution that negatively impacts the health of the population, but also, together with forest degradation, increases the concentration of greenhouse gases in the atmosphere, causing dangerous climate change that has already claimed thousands of lives and seriously threatens human existence.
What happens to the earth, happens to the people, if we are interested in our planet continuing to be a habitable one, it is necessary that we all assume the responsibility of taking care of it.